Mi último texto Era martes y son las nueve y media de la mañana. Tengo sueño, frío y bastante desganado estoy. La auxiliar comienza a explicar un maldito ejercicio de química, que creo saber como se hace. Afuera llueve, tal y como los últimos cuatro días. Pude haber partido con mi decisión de vivir lo que decidí vivir, pero suelo ceder demasiado a la presión externa. Pude haber partido con el hecho de no haberla conocido a ella, pero como nunca dependió de mi el reencontrármela, hubiese sido inevitable. Pude haber partido dándome a la fuga con aquellos viejos tiempos y con mi vida también, pero hay demasiadas cosas que sí valen la pena rescatar y conservar de allá. Pude haber partido tomando otros supuestos, pero jamás se me pasaron por la cabeza. |